Está en nuestras manos prevenirla

El día Mundial de la diabetes se celebra el 14 de Noviembre de cada año, para generar en todo el mundo mayor conciencia del problema. La diabetes es un desorden en el proceso metabólico en el que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre son más altos de lo normal, ya que la insulina hormona segregada por el páncreas no se produce en las cantidades adecuadas para que la glucosa entre en las células y no se quede en la sangre. El mejor momento para tratar las complicaciones de la diabetes es antes de que se presenten, optimizando el control metabólico. Aún mejor, lo ideal sería prevenir la presentación de la diabetes, actuando de manera preferente sobre aquellas personas con factores de riesgo para desarrollarla. Todas las personas que presentan factores de riesgo deberían ser sometidas a algún tipo de actuación para evitar la diabetes. Sin embargo, los mejores candidatos a la hora de seleccionar a quien tratar serían las personas con “prediabetes”, es decir, aquellas con cualquiera de las siguientes situaciones:
  • Glucemia basal alterada (glucemias en ayunas entre 100 y 125 mg/dl)
  • Intolerancia a los hidratos de carbono (glucemias a las 2 horas de tomar 75v gramos de glucosa entre 140 y 199 mg/dl)
  • Hemoglobinas glucosiladas (HbA1c) entre 5,7 y 6,4 %
  • Se han llevado a cabo una serie de estudios para evaluar el impacto de diferentes terapias, modificando el estilo de vida o ensayando con diferentes medicamentos.

Modificación del estilo de vida

El estilo de vida que se recomienda es muy similar al que se les aconseja a las personas ya diagnosticadas con diabetes, a las que tienen que controlar el peso, a los que tienen un exceso de grasas en sangre, a los que padecen enfermedad cardiovascular o, simplemente, a la población general, ya que sería el estilo de vida sano por excelencia. Para ello, debieran instaurarse programas que, a grandes rasgos, tuvieran el objetivo de perder un 7 % del peso corporal y practicar ejercicio físico de manera habitual, al menos 150 minutos por semana. Aunque no hay una distribución ideal de los porcentajes de los diferentes principios inmediatos, hay que limitar el consumo de grasa y que ésta provenga básicamente de la grasa monoinsaturada (aceite de oliva, frutos secos, aguacate). En cuanto a los hidratos de carbono, su fuente principal debieran ser las verduras, las hortalizas, legumbres, cereales integrales y derivados lácteos. El contenido de fibra de la dieta debiera ser de al menos 14 gramos por cada 1000 kilo calorías consumidas. Debiera limitarse o evitarse el consumo de refrescos azucarados.   En cuanto a la actividad física, ninguna otra estrategia ha conseguido superar los resultados alcanzados con un plan riguroso de ejercicio físico, siempre y cuando la actividad física sea de una intensidad al menos moderada y se practique la mayoría de los días de la semana hasta alcanzar al menos 150 minutos por semana. En Finlandia se consiguió, disminuir un 60 % el porcentaje de pacientes que pasaban de tener “prediabetes” a padecer diabetes. El problema de los programas de actividad física es que es difícil mantenerlos a largo plazo, por lo que es imprescindible llevar a cabo campañas de conciencia sobre lo fundamental que es integrar el deporte en las rutinas cotidianas. Fuente: http://www.fundaciondiabetes.org