Enteroscopía
La enteroscopia es una prueba diagnóstica para observar el interior del intestino delgado. Se realiza mediante la introducción de un enteroscopio a través de la boca o el ano, y puede emplearse tanto como prueba de observación como para intervenir el intestino con fines terapéuticos.
¿En qué consiste la Enteroscopia?
El procedimiento consiste en introducir al paciente un endoscopio o enteroscopio hasta llegar al intestino. La entrada puede ser mediante la boca o mediante el ano. El enteroscopio es un fino tubo con una cámara en el extremo que permite ver al especialista el interior del intestino del paciente. La enteroscopia con balón tiene una duración aproximada de dos horas, por lo que se hace con sedación, o incluso con anestesia general. Se puede realizar por vía anterógrada (oral) o retrógrada (anal), o la combinación de ambas.
¿Por qué se realiza?
La enteroscopia se realiza para el diagnóstico de diversas patologías del intestino delgado, sobre todo en casos de sospecha de tumores, hemorragias digestivas o casos de anemia o diarrea de origen desconocido. También suele realizarse cuando se han obtenido resultados anormales en una prueba de imagen (como la Ecografía, la Tomografía, la resonancia magnética nuclear o la capsula endoscópica) y el especialista busca concretar el diagnóstico.